Monday, March 24, 2008

DE LO SIMPLE A LO COMPLEJO


¿Por qué los estudiantes no aprenden si aprender es tan simple y complejo? ¿Por qué los seres humanos fracasamos en el aprendizaje con el cerebro que tenemos? Este es el tipo de pregunta que Carlos Calvo, doctor en antropología de la Universidad de Stanford y profesor de la Universidad de la Serena en Chile hace en los talleres y seminarios que ha dictado en distintos países. Calvo afirma que nuestra capacidad creativa se reduce de un 100% al 5% cuando ingresamos al sistema escolar y que en sistemas tradicionales los estudiantes advierten que no pueden aprender porque hacer preguntas conlleva a ser castigado. Él cuestiona el hecho que el sistema educativo gradúe a bachilleres que difícilmente suman, restan o leen un texto comprensiblemente.

Calvo se pregunta cómo es posible que un profesor profetice el bajo rendimiento de sus estudiantes antes de conocerlos cuando su obligación es garantizar que aprendan bien. Reitera que un buen maestro es aquel que se asegura de que sus estudiantes puedan establecer relaciones entre los contenidos expuestos en la materia, ya que aprender no es lo mismo que ser capaz de repetir. “El problema es que los profesores en vez de simplificar, sintetizan y hacen la materia superficial. Eliminan el asombro; cortan conexiones. Cuando no hay complejidad, me muevo de lo superficial a lo complicado, y apabullo en vez de deslumbrar. No es cuestión de maravillarme con lo que se, ni de hacer preguntas capciosas que sólo unos pocos pueden responder.”

Según Calvo, el proceso educativo debe asentarse en la generación de hipótesis. “Por ejemplo – dice – ‘un objeto cae’ sería el hecho simple que se vuelve complejo cuando nos preguntamos, desde cualquier disciplina, ¿qué pasa?, ¿por qué los objetos caen? Lo valioso no es la pregunta, ni la mejor respuesta. Lo importante son las indagaciones.”

Calvo afirma que el que hace más adelantos en la ciencia es quien normalmente se escapa del conocimiento ortodoxo. Calvo le gusta referirise a la historia de Friedrich Kekulé quien descubrió la estructura del benceno en 1865 a partir de uno de sus sueños en el que seis monos giraban en torno a una fogata, tomados de las manos y tocándose cola con cola. Con esta historia, Calvo explica que en el ‘juego’ de hacer ciencia, nadie sabe cómo se da la intuición. En el caso de Kekulé, halló la estructura del benceno por la serendípia o descubrimiento accidental.

A manera ilustrativa, el profesor Calvo usa la imagen de un iceberg para explicar que lo que se ve por fuera del agua representa lo que sabemos y que la parte que está por dentro simboliza nuestra ignorancia. “Cuando nieva aumenta la nieve en la cima, pero el iceberg baja por el peso. Como el iceberg, cuando nuestra sabiduría aumenta, se acrecienta nuestra ignorancia”.

El profesor Calvo contestó a varias preguntas sobre los modelos pedagógicos actuales y su opinión sobre la educación en Colombia:

¿Cómo motivar a un estudiante que inconscientemente se niega la posibilidad de aprender?

Es fundamental partir de las experiencias desde la asignatura o desde cualquier campo de la vida. Si un estudiante no muestra motivación intrínseca, tengo que salir de ahí y sondear en su vida qué le gusta para que me manifieste qué sabe de eso que le gusta, y a partir de allí, entregarle experiencias de éxito. Desde allí empiezo a establecer relaciones hacia su disciplina, de tal manera que vea que existen varios puentes que puede cruzar.

¿Qué hace usted a nivel de educación superior con estudiantes que vienen de un sistema que castra la creatividad y que no enseña a aprender?

Lamentablemente como universidad no hacemos nada. A nivel personal y en un trabajo colectivo con algunos profesores – no todos participan - determinamos la deficiencia de las funciones cognitivas de los estudiantes con el fin de establecer una intervención que las fortalezca. Es una experiencia muy sencilla de realizar. Se indica a cada profesor que, sin modificar su estilo de enseñanza, empiece por hacer que sus estudiantes describan un objeto o situación particular relacionada con su asignatura. A partir de allí, paulatinamente, vamos avanzando en el tipo de actividades. Nos ha funcionado muy bien porque nadie se siente forzado a enseñar de una manera en la que no está acostumbrado.

¿Cree que hay discrepancias entre los modelos pedagógicos actuales y las competencias de los jóvenes de hoy?

El problema con los métodos es creérselos al pie de la letra sin entrar en el espíritu que los anima y genera. Cuando uno entra al espíritu del método se da cuenta que todos son iguales porque apuntan hacia cómo garantizar que el estudiante pase de A a Z. Sin duda, hay diferencias porque unos son lineales y otros holísticos. Me inclino por lo segundo. Yo busqué mucho y me quedo con Feuerstein* porque me explica muy bien, me permite trabajar con bastante seguridad y los estudiantes están aprendiendo.

¿Cuál es la impresión que se lleva de la situación educativa en Colombia?

Por muchos años me ha impresionado la vocación educativa del colombiano. He visitado proyectos educativos del Ministerio de Educación y de ONGs y realmente he quedado impresionado y avergonzado de lo fácil que es trabajar en educación en mi país y lo complejo del trabajo de ustedes. Desde otra perspectiva, los logros escolares a nivel mundial, incluyendo a Colombia, son deficientes. De acuerdo con datos que he escuchado, sólo el 6% de los estudiantes de la Universidad de Medellín tienen sus funciones cognitivas desarrolladas. Lo más preocupante es que la diferencia no es significativa en ningún país latinoamericano.

* Fundador y director del Center for the Enhancement of Learning Potencial, cuya teoría postula la modificabilidad de las estructuras cognitivas con programas para desarrollarlas.