Thursday, March 25, 2010

Mil Espadas: de la Era A.F. a la Era D.F.



Por Sandra Valencia y Sandra Gaviria
Era el 5 de marzo del año 44 a.c. De camino al Senado, el griego Artemidoro de Cnido, entregó una nota a César anunciándole que se había gestado un complot contra él, pero nunca alcanzó a leerla porque el tropel de los que continuamente llegaban se lo impidió. Finalmente, entró al edificio y el Senado se levantó. A Antonio, amigo de César, lo entretuvo afuera Bruto Albino. Unos se sentaron detrás de la silla de César y otros le habían salido al encuentro para ayudarle a Tulio Cimbro a interceder por su hermano exiliado. Todos se acercaron, pero César se negó a escuchar ruegos. Tulio lo agarró de la toga con ambas manos. Esa era la señal para atacar. Casca fue el primero que le hundió su puñal junto al cuello. Se dice que César recibió veintitrés puñaladas.

Era el 13 de marzo de 2010 d.c. No camino al Senado sino en el Parque Monumento a los Obreros en la Nueva Villa del Aburrá, un grupo de jóvenes recreaba la escena en la que Julio César caminaba hacia el Senado con su grupo de escoltas y a ambos lados del camino lo ovacionaba la multitud de la cual, sorpresivamente, saldrían los 3 asesinos que, previamente por sorteo, habían sacado la cinta marcada que les indicó su rol para este juego.

Así comenzó nuestro acercamiento a Mil Espadas, un grupo que cada sábado se reúne en esta pequeña arboleda para recrear guerras y torneos ancestrales que tuvo sus inicios en los juegos de mesa y videojuegos y que en palabras de Juan Pablo Rivera uno de los game masters: “eso estaba tan bueno que había que sacarlo del computador y de la mesa”.

Era A.F. (Antes del Facebook)

“Yo empecé a practicarlo sin saber que había gente que lo estaba haciendo” dice Juan Pablo Rivera al preguntarle acerca de los inicios del grupo que en un principio se llamó Medieval Wars.

Juan Pablo recuerda que el grupo se fue conformando por el boca a boca. Se llamaban por teléfono y así se fue regando la bola.

Según este game master los juegos de roles nacen desde la plataforma de los juegos de estrategia que casi todos los integrantes de Mil Espadas han jugado alguna vez usando figuras o cartas que representan a titanes, gladiadores, personajes de comics, superhéroes o guerreros.

Pero ¿Qué tienen en común el samurái, el gladiador y el caballero medieval con los jugadores de roles? En palabras de Juan Pablo Rivera “la testosterona nos hace a los hombres más agresivos. Todos seguimos nuestro instinto”.

En sus juegos infantiles, muchos crecieron con la fantasía del caballero y, como en los torneos medievales, los integrantes de Mil Espadas desfogan su agresividad en juegos cargados de símbolos ceremoniosos a los que les han querido impregnar mucha técnica.

“No hemos hecho otra cosa que corroborar la necesidad de la técnica. Hemos conseguido manuales de esgrima, de espada larga y de Kendo, arte marcial japonés en el que se usa el shinai o sable de bambú”. 

Todas estas técnicas han sido necesarias para poder participar en las distintas campañas que han tenido como la de la conquista española a la que llamaron ‘Muy Caribe está’ inspirada en el libro de Mario Escobar Velásquez o la campaña de los samuráis llamada ‘El cerezo de la montaña’.

En la Era A.F., para el grupo de creativos, Lucas Gómez y Juan Pablo Rivera, no era tan fácil compartir tantos recursos con los demás integrantes de Mil Espadas. Sin embargo, su tarea siempre ha sido crear historias con base en hechos y fechas históricas y en su propia inventiva.

Algunos llegan y se quedan. Otros pasan por allí y fisgonean desde lejos. La desventaja de curiosear in situ, de manera sincrónica, es que algunos han estigmatizado a quienes practican este juego, pero basta con leer las reglas del juego y conversar con ellos un sábado en la tarde para darse cuenta de que es un grupo con reglas, disciplina y rigor.

Era D.F. (Después del Facebook)

Con su indumentaria oscura, su cabeza rapada y una pequeña chivera, Juan Pablo mientras trabaja en uno de sus diseños publicitarios en su computador, nos narra con emotividad cómo el hecho del surgimiento del correo electrónico y el conocimiento y por supuesto, el posterior uso por parte de los integrantes de Mil Espadas, fue el primer paso en la evolución que durante estos seis años ha tenido el grupo-

Si antes la comunicación era boca a boca y ésta era efectiva, ahora los resultados de la utilización de esta nueva herramienta, saltaban a la vista. “Hey muchachos necesitamos más arsenal… y como yo soy diseñador gráfico empecé a realizar algunas cositas y comenzamos a enviar postales por correo”, comenta Juan Pablo.

Ahora no se llamaban y se hablaban para citarse a recrear cierta guerra, sino que además vía electrónica, se fueron generando otras necesidades y otras conversaciones. Esto significó sin duda alguna la adhesión de más jugadores, no de fútbol, ni ciclismo, ni voleibol, sino de roles.

Así, estos gomosos del estudio de la historia y de las manifestaciones guerreras de diferentes culturas, empezaban a dar sus primeros pasos que los llevarían a trascender las “barreras” de la comunicación tradicional, asomándose a las nuevas oportunidades que día tras día, encontraban en la utilización de las TICS, término que a Juan Pablo, por lo menos desde el nombramiento técnico, no le es muy familiar a pesar de ser un prosumer de éstas.

Pero definitivamente la Era D.F. de Mil Espadas es como la segunda parte de este cuento de guerreros, gladiadores y caballeros medievales.

Facebook y Youtube, fueron los trampolines que lanzaron a este grupo del reconocimiento local, regional e incluso si se quiere sectorial, a la total visibilidad.

Así, se abrió una ventana que permite mirar desde adentro y para adentro. “Hemos visto videos y somos de los grupos en el mundo que tiene más técnica”, es una de las expresiones de Lucas Gómez, otro de los creadores de esta idea, mejor conocido en el campo de juego como Blodsverd.

De esta forma, según nos comentan los creadores de Mil Espadas, es posible compararse y evaluarse frente a grupos colegas y a su vez convertirse en fuente de consulta para éstos.

Ahora es posible para los interesados, los curiosos e incluso los fisgones, conocer y acceder a su dinámica de juego, tanto desde la sincronía o presencialidad en el momento mismo en que realizan su práctica, como desde la asincronía que se vive en el momento de acceder a uno de sus videos colgados en la red.

Para los observadores casuales y desprevenidos, puede ser ésta, una práctica fuera de contexto, fuera de la normalidad sociocultural, pero para sus jugadores, es además de una forma de entretenimiento y esparcimiento, un espacio de crecimiento intelectual.

Lo anterior, sumado al hecho de que debido a la masificación de la información que ofrece internet, la declaración y publicación de sus ideas, sus propósitos, sus intereses, sus actividades y sus reglas de juego, accesibles para todo aquel que lo desee, puede significar de alguna manera una forma de desmitificar el imaginario negativo que puedan tener algunas personas sobre ellos.

Y es justamente esto lo que llama nuestra atención. Lo paradójico que resulta que por su filosofía, indumentaria, lenguaje y elementos, pueden ser considerados como un movimiento contracultura, pero ellos mismos se describen como un grupo masificador de la cultura, “Mil Espadas rol y cultura en Vivo” una nueva forma de estar, en palabras de Marín y Muñoz, en un “proceso de enculturación propio” y constante.

Como Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, que asciende por su lealtad y honra hasta convertirse en el señor de vasallos y crear su propio linaje, los integrantes de Mil Espadas han ascendido de ser un grupo que no se reúne solo a volear espada, sino a ser una comunidad cultural. Según Lucas Gómez “Las campañas se hacen con la intención de que los integrantes del grupo se animen y se diviertan, pero además con la intención de que lean, estudien y practiquen y Facebook nos dio esa posibilidad”.